ANECDOTECA GLOBAL ¡Comparte tus anécdotas con todo el mundo! ;)

ANECDOTECA GLOBAL

¡Comparte tus anécdotas con todo el mundo! 

Se trata de ir sumando anécdotas, momentos graciosos, importantes, cursis, etc... Entre todos, amigos, enemigos, conocidos, no conocidos, etc… TODOS

No importa con quién fue, si fue entre muchos, entre pocos, no importa el orden, la cantidad, ni nada, van sumando la/las que tengan en la cabeza , las que quieran compartir. Agréguenlos en forma de comentario y compartamos con todos las cosas que nos pasaron...

Consejo útil

1. Escriban su anécdota, en el "bloc de notas" (Inicio/Todos los programas/Accesorios/Bloc de notas) o en el Word (pueden usar negritas, cursiva y subrayado), cuando esté lista la copian y la pegan, en el espacio que nos da para dejar el comentario.

¿Por qué? porque existe el riesgo (siempre), de perder la conexión a Internet, o cualquier problema de este tipo y al momento de querer publicarla, podríamos perder todo lo que hemos escrito.


Pautas para publicar una anécdota. 

1. No cometamos faltas intencionadas de ortografía (Por ejemplo: ola!, ace mucho ke noh nos vemos) ni lenguaje SMS (x ej skrito d sta form) ¿ok? el mensaje termina resultando ininteligible. Pasaríamos más tiempo descifrando la anécdota que disfrutándola.

3. Si colocamos al comienzo una etiqueta a la anécdota, por ejemplo CÓMICA, MOMENTO IMPORTANTE, CURSI, etc... el que lee, podrá visualizar más rápido el tipo de anécdota que quiere leer, parece un sólo un detalle, pero resulta muy útil después.

4. Les propongo ponerle un título a la anécdota, si quieren…

5. Esto es importante, por favor, no hagamos un uso abusivo de las mayúsculas, escribir en mayúsculas ES IGUAL A GRITAR! ¿ok?, úsenlas en partes que crean necesarias, por ejemplo para dar énfasis...

7. Tratemos de situar la anécdota (siempre que se pueda) en tiempo y espacio, incluyan muchos detalles, esto la hará mucho más interesante.

~Bueno che...a darle PLAY!... Espero les guste la idea~

(...Algunas de ejemplo…)

 Por: Liber Cabrera
Anecdoestrellas:
Rolón Valdez (un ex-compañero del colegio) yo y una bolsa.

CÓMICA Y VIOLENTA

Aclaro, antes que nada, que la violencia estaba más que justificada,
¡Fue por una bolsa! Ja…
Pero no por una bolsa cualquiera… ¡ojo!... era de esas con manija de plástico que son un poco más duras (típica bolsa de shoping) no recuerdo de donde, quizá de “Reciclado” (un lugar donde la ropa es bastante cara) ya que toda mi ropa la compraba en ese lugar, ¡Ja!, creo que no hace falta decir que esto es una broma ¿no? (para que vean el nivel de miseria que teníamos, pelear por una bolsa ¡JA!)
La cuestión es que Rolón estaba hurtando MI BOLSA (la bolsa la usábamos para tapar nuestros trabajos de escultura en el colegio).
Entonces le digo – eh!  Rolón ¿qué hacés con MI bolsa?-
Y Rolón – esta es mi bolsa!-...
Yo – dejá de joder Rolón dale dame mi bolsa bolud... buscate una vos, si no querés que esto termine mal...- (Podía ver en sus ojos el miedo que le causé) Y Rolón – NO, que es mía… (se puso como una nena enojada)
Es así que me vi obligado a usar la fuerza (dada la advertencia, no me quedó mas remedio), agarré a Rolón y le dí un empujón, el me dio otro, (el mío fue mas fuerte), le di otro mas… y así seguimos… y… y… …y
Unos segundos antes de que termináramos a las piñas y Rolón pueda quedar seriamente lastimado…
Aparece… creo que Leo (un amigo que es un personaje), con una bolsa idéntica… y dice – Che Liber… ¿esta no es tu bolsa pelot…udo!!!?.
Leo – Ja que pelo...tu….dos!!!…., se iban a agarrar por una bolsa, todos en el curso (que estaban muy asustados, de lo que pueda llegar a pasarme, si lastimaba a Rolón) -jua jua jua!!! empezaron a reírse de nosotros jajajajaaa!!!.-
… …Claro… …
El muy desgraciado de Rolón tenía la misma bolsa que yo y la mía no se donde la había puesto yo siempre tan despistado ¡JA! Se nos cagaron de risa y yo sobre todo, quedé como un pelotu..do claro está…!


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Por: Guillermo Cabrera

Título: Morocha con botas negras

CÓMICA

Y…debe hacer como más de diez años, claro. Porque andaba suelto, solo. Espantosamente solo, concluyo ahora. Caminaba por la ciudad de Jujuy, cerca del distribuidor de tránsito en la boca del puente Libertador General San Martín, como pomposamente lo denominó la dictadura que nos “reorganizó” a los sobrevivientes. Ese lugar es un cruce con seis posibles direcciones, complicado, peligroso, porque aunque tengas luz verde, nada te garantiza que un loquito no te atropelle a conciencia, en el último instante de amarilla.
Cruzo como quien va hacia el centro y quedo del lado del sol en un medio día subtropical. Y ahí, justamente sucede algo que me cambia el clima meteorológico y mental. Del otro lado de la calle Otero, y justo bajo la sombra de las fachadas, una linda morocha, con  pollera escocesa cortona y botas negras, guiaba sus pasos por el rumbo indicado. Miro el flujo de los automóviles y me mando en seguimiento mecánico, instintivo, y hasta gozoso. Como agradeciendo a las baldosas grises del Instituto Médico del Norte.
La niña, rellenita (como me gustan) y a punto caramelo, me llevaba como una docena de pasos, así que en seguida nomás, compongo la postura mientras ensayo con el rostro una expresión entre simpática y confiable. Cuando me pongo a la par y la miro, ella me habla primero: ¡Hola Guillermo!; ¡Graciela, casi no te alcanzo!... Era mi hermana.

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